Las correas de transmisión, también conocidas como correas de motor, juegan un papel crucial en la conexión del motor a la caja de cambios en un sistema de compuerta. Estas correas deben inspeccionarse cada seis meses y reemplazarse anualmente o cuando muestren signos de desgaste, según el uso. Un cinturón roto puede causar accidentes graves, lesiones corporales e incluso la muerte. Para evitar tales riesgos, se recomienda tener una correa de repuesto para su abrepuertas como respaldo. Estos cinturones no son caros y tener uno a la mano puede ser extremadamente útil en caso de emergencia. Si se mantienen proactivos y reemplazan las correas de transmisión desgastadas de inmediato, los usuarios pueden ayudar a garantizar la seguridad y la longevidad de su sistema de portón.